RICARDO RAVELO. Proceso. El intento de sanear la Procuraduría General de la República se ve amenazado por deficiencias en la investigación que ya se traducen en fallos judiciales a favor de algunos acusados. Y lo que es peor, podría enfrentar una denuncia internacional por emplear «instrumentos sucios» en su afán por encontrar culpables. Inconsistencias, contradicciones y declaraciones «de oídas», rendidas por testigos protegidos, pueden precipitar al fracaso la llamada Operación Limpieza impulsada por el procurador General de la República, Eduardo Medina Mora, para «sanear» a la institución responsable del combate al crimen organizado que, por años, ha sido infiltrada por el narco.